Las fotografías clínicas son un elemento fundamental en la planificación de los tratamientos ortodóncicos, ya que permiten también comprobar la efectividad del tratamiento y su efecto en el tiempo.
Se toman fotografías extraorales del paciente, para analizar la simetría facial, la posición y forma de los labios así como la colocación de los huesos de la cara (maxilar superior y mandíbula).
También se toman fotografías intraorales para valorar aspectos del interior de la cavidad oral del paciente como el apiñamiento dentario, la oclusión de las arcadas y la condición periodontal.